Las gomas son una parte vital de nuestro vehículo que afecta de forma directa a la seguridad en la conducción, ya que son las únicas piezas que ponen en contacto el coche con el suelo de la vía.
No descuides la presión de las ruedas de tu carro.
Cuando los neumáticos no están bien inflados se calientan más, y por tanto pierden bastante capacidad de carga. Además, al estar más caliente se produce mayor fricción y el coche consume más combustible. El calentamiento excesivo del neumático provoca que éste comience a deformarse rápidamente, viéndose afectada toda la arquitectura del mismo y existiendo el riesgo de un reventón.
Otra consecuencia negativa de una presión insuficiente de la rueda es la disminución del control del vehículo por parte del conductor.
¿Cuál es la presión recomendada que deben llevar mis neumáticos?
La que recomiende el fabricante en el libro de instrucciones del automóvil, ya que la presión de neumáticos según la marca puede variar considerablemente.
La unidad de medida de la presión de las ruedas más utilizada es la medida en PSI (libra por pulgada cuadrada). Generalmente los carros ligeros suelen llevar una presión recomendada comprendida entre los 28 a 30 PSI.
El medidor de la presión de los neumáticos es un manómetro. Puedes adquirirlo en nuestra tienda. Lo normal es que todas las estaciones de servicio tengan una zona delimitada para agua y aire.
Los neumáticos suelen perder presión con el paso del tiempo.
La revisión de la presión de los neumáticos debe hacerse cuando creas que las ruedas pueden perder aire producida en ocasiones por una válvula en mal estado, una rueda metálica dañada o un pinchazo.
Por otro lado, una presión excesiva en las llantas reduce la vida útil de la misma, disminuye la adherencia al suelo y el control del coche por parte del conductor se ve dificultado.
Convencidos de la importancia que tiene revisar la presión de los neumáticos, te explicamos los pasos a seguir.
Como medir la presión de forma correcta.
• Acércate a una de las ruedas y busca la válvula del aire, retira la tapa y guárdala mientras haces la revisión.
• Coloca la cabeza del medidor sobre la válvula y has presión, escucharás un pequeño silbido que empujará la barra medidora de presión (esto dependerá del medidor que estés usando) indicando cuantas libras de presión (PSI) tienen las llantas de tu carro.
• Si escuchas un silbido constante, es posible que no estés ubicando de manera correcta la cabeza del medidor sobre la válvula, por eso te dará una medida inexacta.
• Si no sabes cuál es la presión que manejan las llantas de tu carro, la mayoría de carros traen un adhesivo en el marco de la puerta del conductor que indica la presión que deben tener las llantas, esta información también debería estar en el manual del propietario.
• Si la llanta se encuentra con poco aire, para dejarlo en el punto sugerido por el fabricante, ten cuidado de no colocarle más aire del que necesita, pues al tener demasiado aire la llanta tendrá el mismo efecto que un balón y rebotará. Además perderá agarre y habrá un gasto irregular en la banda central de las ruedas.
• Si la llanta de tu carro se encuentra con demasiado aire, lo que debes hacer es que con el mismo calibrador sobre la válvula, hacer un poco de presión para mover el sello que tiene retenido el aire y dejar salir lo suficiente (Sonará una especie de silbido). Si sale más de lo debido, añade de nuevo aire hasta lograr la medida correcta.
• Ten en cuenta que si la llanta tiene poco aire, sentirás que el comportamiento de tu carro es extraño e impreciso, como frenadas largas, movimientos extraños de la parte posterior o mayor dificultad para girar el volante. Tener las llantas con poco aire genera un gasto irregular de la parte exterior del labrado, lo que acortará su vida útil.