Conocer cuándo se fabricó la llanta de nuestro vehículo es importante, ya que las mismas cuentan con una fecha de caducidad. A esto le podemos añadir que son el único punto de contacto de nuestro vehículo con el asfalto y son clave para garantizar nuestra seguridad a bordo.
Pasos para la identificación
1) Para saber cuándo fue fabricado el neumático, es importante revisar la pestaña de la llanta y buscar la nomenclatura DOT (Department of Transportation), seguida de unos números que indican sucesivamente: el código de fábrica en la que se fabricó el neumático y la fecha.
2) Una vez encontrados los números, los 2 primeros indicarán la semana y los 2 últimos el año en que se fabricó el neumático.
3) Por ejemplo, si en el perfil de la llanta encontramos el siguiente código: «1110», esto significa lo siguiente:
11: la llanta se fabricó en la semana 11.
10: año 2010.
4) De esta manera, el ejemplo muestra un neumático que ya debería haber sido reemplazado en el mes de marzo de 2015, ya que se estima que estos componentes del vehículo, con un uso normal y un buen mantenimiento, pueden lograr alcanzar una vida útil de 5 años.
Asimismo, se comenta que el límite superior de la vida útil puede llegar hasta los 10 años, pero se recomienda que se revisen los neumáticos al menos una vez al año luego de que transcurran los cinco años después de la compra. No obstante, aunque aparenten estar en buenas condiciones o tenga la cocada mínima aceptable, sería bueno cambiarlas.
Cuidado del neumático
Una goma de hasta 5 años a partir de la fecha de producción, almacenada adecuadamente, puede ser considerada nueva. No obstante, este período puede variar según las normas y regulaciones del país. Cabe mencionar que el envejecimiento del caucho durante el almacenamiento se da por diversos factores como:
Luz: para el almacenamiento es importante evitar la exposición a la luz solar directa y continua.
Posición: las llantas deben almacenarse sin peso en posición vertical, se recomienda utilizar soportes especiales para evitar alguna deformación.
Temperatura: es mejor optar por una temperatura ambiente, donde sea constante y no se experimenten cambios bruscos.
Humedad: las llantas deben almacenarse en un ambiente ventilado y si es posible con aire acondicionado.
Es importante recordar que el criterio principal para evaluar a los neumáticos es verificar el estado técnico y los parámetros (como la profundidad de la banda de rodamiento), no la fecha de fabricación.
Ahora que ya sabemos identificar la antigüedad de las gomas, verifica la llanta de repuesto, ya que por lo general nos olvidamos de ella y puede envejecer sin saberlo. Es importante siempre tener la goma de emergencia en condiciones óptimas.